"The remains of the day" es el título de un libro de Kazuo Ishiguro y también el título de la película que hicieron Anthony Hopkins y Emma Thompson. Lo que yo vi ayer por la mañana era más bien "The remains of the night".
Sábado de carnaval. La gente se disfraza, algunos hasta se ponen guapos y salen por ahí. Estamos en crisis y seguramente los disfraces de este año no han sido maravillosos, pero como diría mi abuela, de noche todos los gatos son pardos.
Pero ay, llega el domingo por la mañana y la luz del día hace que lo que parecían telas sedosas sean en realidad retales brillantes de pésima calidad. Las pelucas se convierten en estropajos de colores antinaturales y en fin, la fantasía nocturna se convierte en un desfile sórdido de individuos con resaca, mala cara y peores costumbres.
Lo malo de salir a la calle un domingo a las nueve y media de la mañana es que puedes encontrarte de todo, pero después del sábado de carnaval los encuentros superan las peores previsiones de "La noche de los muertos vivientes". Y ahora que lo pienso, también me encontré con algún que otro zombie, pero no tengo muy claro que fuera un disfraz.
Me deprime ver borrachos un domingo por la mañana, pero encontrártelos con los restos de sus disfraces patéticos y medio rotos me da bajón y de los gordos.