lunes, 20 de febrero de 2012

Los restos de la fiesta

"The remains of the day" es el título de un libro de Kazuo Ishiguro y también el título de la película que hicieron Anthony Hopkins y Emma Thompson. Lo que yo vi ayer por la mañana era más bien "The remains of the night".

Sábado de carnaval. La gente se disfraza, algunos hasta se ponen guapos y salen por ahí. Estamos en crisis y seguramente los disfraces de este año no han sido maravillosos, pero como diría mi abuela, de noche todos los gatos son pardos.

Pero ay, llega el domingo por la mañana y la luz del día hace que lo que parecían telas sedosas sean en realidad retales brillantes de pésima calidad. Las pelucas se convierten en estropajos de colores antinaturales y en fin, la fantasía nocturna se convierte en un desfile sórdido de individuos con resaca, mala cara y peores costumbres.

Lo malo de salir a la calle un domingo a las nueve y media de la mañana es que puedes encontrarte de todo, pero después del sábado de carnaval los encuentros superan las peores previsiones de "La noche de los muertos vivientes". Y ahora que lo pienso, también me encontré con algún que otro zombie, pero no tengo muy claro que fuera un disfraz.

Me deprime ver borrachos un domingo por la mañana, pero encontrártelos con los restos de sus disfraces patéticos y medio rotos me da bajón y de los gordos.

domingo, 12 de febrero de 2012

Ensayo sobre la ceguera



Siempre que me ducho pienso lo mismo: qué suerte tengo de poder ducharme, de poder abrir un grifo y que salga agua.


Antes no lo pensaba tanto, pero desde que leí hace un par de años "Ensayo sobre la ceguera" de Saramago, todas las comodidades del mundo moderno me parecen un lujo. ¿Alguien se ha planteado lo que pasaría si dejara de haber electricidad y agua corriente? Podemos alumbrarnos con velas, pero la electricidad hace mucho más que dar luz. Y qué decir del agua.


Si viviéramos en el campo sería más fácil volver a los tiempos en los que la gente recogía lo que plantaba y se bañaba en el río. El problema es que casi todos vivimos en ciudades de hormigón, donde cuando queremos comer vamos al supermercado y cuando queremos lavarnos abrimos un grifo.


Saramago hace un ejercicio increíble planteando lo que ocurriría si dejáramos de tener agua y electricidad. Lo hace inventando una extraña enfermedad que deja ciego a todo el mundo y lleva la situación hasta el límite. Tenemos tal dependencia de las comodidades que nosotros mismos hemos creado, que el día que desaparezcan se generará un caos que nos llevará directamente a la ley del más fuerte. Pone los pelos de punta.


Sinceramente, en su día me costó leerlo. Algunos pasajes son muy duros y pasé un par de semanas bastante impresionada. Durante mucho tiempo no lo he recomendado a nadie precisamente por eso a pesar de que me parece muy bueno.


Y desde entonces, cada vez que me ducho o hago la compra, pienso en lo afortunados que somos y en qué nos deparará el futuro.

viernes, 3 de febrero de 2012

Pequeñas historias



Detrás de los titulares de los periódicos que nos anuncian las cifras de la crisis están todas las pequeñas historias de nuestros amigos, vecinos, compañeros de trabajo.





La historia de hoy es la de una mujer que quiere divorciarse y no puede. Pidió un abogado de oficio, pero le ha sido denegado y ella no puede permitirse pagar uno. Con lo que gana dando clases aquí y allá puede llegar a fin de mes y poco más, así que el divorcio tendrá que esperar a tiempos mejores.



La precariedad laboral ha hecho que su marido y ella discutan mucho más y que la convivencia (ya difícil) se haya convertido en un infierno. Cuando las cosas iban bien se soportaban y podían convivir bajo el mismo techo a pesar de que hacían vidas separadas desde hace muchos años, pero al llegar los problemas económicos esa convivencia se ha roto y ha acabado poniendo sobre el tapete toda la amargura que ambos guardaban dentro. Finalmente ella ha optado por divorciarse para comenzar una nueva etapa. Lamentablemente, ha elegido el peor momento. Con un trabajo a tiempo parcial y sin poder pagarse un abogado, su divorcio tendrá que esperar. Es curioso que sea la crisis lo que la ha decidido a divorciarse, y que sea precisamente la crisis lo que le impide conseguirlo.
 
Como decía Scarlett:. Design by Exotic Mommie. Illustraion By DaPino