
Por lo visto, él y su mujer suelen ir a un club en el que varias parejas se conocen en una cafetería y allí mismo, charla va, charla viene, los que se gustan y caen bien deciden irse a un lugar más discreto. Anonadada estoy.
Al preguntarle cómo es que algo así le gusta, el tipo comentaba que era un poco raro al principio.
- Hombre, miras al lado y ves que tu mujer se lo está comiendo a otro y te sientas raro... pero luego te miras y te das cuenta de que a ti te lo come la mujer del otro, así que todo está bien.
En fin. No tengo palabras ante semejante declaración.
En todo caso, la cuestión no es esa. La cuestión es qué puede llevar a una pareja a practicar este tipo de vida. Ojo. Me parece respetable si ambos están de acuerdo y se lo pasan bien. No quiero entrar en juicios morales ni nada de eso. Sólo me pregunto qué hace que el intercambio de parejas sea tan atractivo para tanta gente. Quizá la razón se encuentre en el aburrimiento y la rutina de la que hablaba en otra entrada. O simplemente en el morbo de ver a tu pareja con otra persona. O el deseo de probar cosas nuevas.
Por lo que mi amigo me ha contado, parece que la feliz parejita se ha enganchado mucho al tema, y han pasado de ir al club de marras de vez en cuando a ir prácticamente todos los fines de semana. Algo tendrá el asunto.