Ha sido un invierno larguísimo y bastante triste, pero parece que por fin está terminando. Hay más luz y ya sólo por eso parece que nos levantamos con otra cara, pero no es cierto. La tristeza sigue ahí, no se marcha. Me gustaría meterme en la cama ahora mismo y no levantarme hasta el invierno que viene. Dormir todo el verano sin parar con la esperanza de que al despertar la pena haya desaparecido.
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Hace 6 días
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