Llevo tanto tiempo reciclando el papel, el plástico y el vidrio que ya ni me acuerdo de cuándo empecé. Las pilas, los termómetros de mercurio, los medicamentos...
Hay que reciclar, eso nos dicen todo el tiempo. Gastamos demasiados recursos y hay que intentar optimizarlos. Debemos procurar reutilizar las cosas y cuando ya no sirvan más, reciclarlas para que se les pueda dar otro uso. Darles otra vida, así lo llaman ellos. Cursis.
La cuestión es que yo tengo dudas de que todo ese reciclaje sirva para algo. Hace un par de años me contaron que en una zona de Madrid la gente dejó de separar la basura porque parece que la empresa que se encargaba de la recogida selectiva de basura lo echaba todo al mismo sitio. Vamos, que lo del reciclaje queda muy mono de cara a la galería pero luego no se lleva a cabo porque aunque el usuario lo separe, luego va la empresa y lo vuelve a juntar. Supongo que les resultará más barato y rápido.
A mí no es que me cueste mucho separar las basuras, pero para qué voy a negarlo: me aburre. Sobre todo porque bajas todo lo acumulado a los contenedores y al cabo de una hora ya tienes otra vez una pequeña colección de desperdicios. Nos hablan del reciclaje, pero yo me pregunto si no sería más efectivo poner una ley que prohibiera que las cosas vengan en veinte emboltorios cada una. Te compras una caja de galletas y además de las galletas te estás llevando una caja de cartón, más el precinto de plástico que lleva por encima, más los emboltorios de plástico que llevan las galletas. Te compras unos cereales y llevan caja y bolsa de plástico. Te compras unos yogures y llevan el cartón que los agrupa por fuera más los envases. Todo viene envuelto un par de veces cómo mínimo. En el caso de la alimentación se puede argumentar que es por cuestiones de higiene y seguridad, pero es que pasa con todo, aparte de que el embalaje suele ser más grande que el contenido. En algunos casos bastante más grande.
A mí no es que me cueste mucho separar las basuras, pero para qué voy a negarlo: me aburre. Sobre todo porque bajas todo lo acumulado a los contenedores y al cabo de una hora ya tienes otra vez una pequeña colección de desperdicios. Nos hablan del reciclaje, pero yo me pregunto si no sería más efectivo poner una ley que prohibiera que las cosas vengan en veinte emboltorios cada una. Te compras una caja de galletas y además de las galletas te estás llevando una caja de cartón, más el precinto de plástico que lleva por encima, más los emboltorios de plástico que llevan las galletas. Te compras unos cereales y llevan caja y bolsa de plástico. Te compras unos yogures y llevan el cartón que los agrupa por fuera más los envases. Todo viene envuelto un par de veces cómo mínimo. En el caso de la alimentación se puede argumentar que es por cuestiones de higiene y seguridad, pero es que pasa con todo, aparte de que el embalaje suele ser más grande que el contenido. En algunos casos bastante más grande.
Ahora mismo tengo una cantidad considerable de porquerías que tengo que bajar al contenedor, y me desespera porque ya sé que en cuanto suba y me coma un yogur empezaré otra vez. Tengo un armario específico para el reciclaje: papeles, plástico, un cajón para el vidrio y luego está la basura normal y corriente que por lo visto también hay que separar en orgánica y no orgánica y que la tengo debajo de la fregadera.
Si esto sigue así acabaremos necesitando más espacio para la basura que para la comida. ¿No es de locos?
Y yo vivo sola. No quiero ni pensar la cantidad de basura que generará la familia tipo de cuatro miembros.
Me parece escandaloso que generemos tantísimos deshechos, y aunque el reciclaje me parece una buena idea no soluciona el problema aunque sirva para que algunos duerman con la conciencia más tranquila.
Un reto: no bajéis nada a los contenedores de reciclaje de papel, plástico y vidrio durante una semana completa para calcular la cantidad de basura que genera vuestra familia. Seguro que muchos os vais a sorprender y no creeríais que sería para tanto.
Me parece escandaloso que generemos tantísimos deshechos, y aunque el reciclaje me parece una buena idea no soluciona el problema aunque sirva para que algunos duerman con la conciencia más tranquila.
Un reto: no bajéis nada a los contenedores de reciclaje de papel, plástico y vidrio durante una semana completa para calcular la cantidad de basura que genera vuestra familia. Seguro que muchos os vais a sorprender y no creeríais que sería para tanto.