martes, 1 de enero de 2013

El primero del año

Pues sí, así es. Este es el primer post del año, y espero que no sea el último. Por causas ajenas a la organización, estoy en la cama completamente sola, con el ordenador sobre las rodillas y un gin tonic en la mesilla de noche. Son las 2:41 y así es como empiezo el año. Escribiendo y bebiendo la única bebida alcohólica que me permito. Ginebra.

La descubrí cuando era una cría y mis menstruaciones me mataban. Tengo una tía enfermera que me recomendó un buen lingotazo para mitigar el dolor. Mano de santo, oiga. Mis menstruaciones son ahora completamente normales, no sé si gracias a la ginebra o no, pero la cuestión es que aunque ya no la necesito por cuestiones médicas, de vez en cuando me gusta echar un traguito.

Es un comienzo de año raro, y también un poco triste. Muchas parejas de mi alrededor están en crisis y alguna se separa, y no lo llevo demasiado bien. No lo llevo nada bien. He estado cenando en casa de mi madre, con ella y mi tía favorita. Nos hemos alargado, como siempre ocurre entre mujeres. Empiezas a hablar de una cosa y para cuando quieres darte cuenta es la una y media de la mañana. Ni siquiera hemos visto las campanadas. Para qué. Estábamos en la cocina con nuestras infusiones y los dulces, hablando de nuestras vidas y de nuestros hombres. Mucho más interesante que ver las campanadas. Dónde va a parar. 

La cuestión es que luego he llevado a mi tía a su casa y para cuando he llamado a mi novio para quedar con él, eran ya las dos de la mañana, él estaba a punto de acostarse y me ha parecido que no tenía ganas de verme. Quizá incluso esté enfadado, quién sabe. Lamento haberme enrollado tanto con mi familia, pero sólo ceno con mi madre cuatro veces al año, y no me parece de recibo llenar el buche y salir pitando por la puerta. Escucharla y prestarle un poco de atención me parece lo mínimo que puedo hacer. No nos llevamos bien, pero ella está muy sola y me da un poco de pena.

Total. Que he llegado a mi casa a eso de las dos y media y me he dicho: "Es el primer día del año. Estás sola, triste y cansada. Te mereces una ginebra, que además es muy digestiva y te vendrá bien después del atracón de estos días." Inmediatamente, me he acordado de mi padre. Era alcohólico. No es una buena idea beber sola en casa, no cuando mi estado de ánimo es el que es. Mal asunto. Podría ser el comienzo de algo que sé perfectamente a dónde me llevaría. Luego he pensado que es una tontería, que yo no soy como mi padre. Yo no bebo nunca, ni en las comidas ni en las fiestas familiares. Un par de veces al año me tomo un gin tonic, eso es todo. No pasa nada, no hay que ser alarmista.

Y aquí estoy, escribiendo y divagando. Intentar dormir es una estupidez, mi barrio está literalmente en llamas. La gente (gentuza) no para de tirar bengalas y petardos por las ventanas. Me parece lamentable, igual que las horrorosas decoraciones navideñas de la mayoría de mis vecinos. Esos papás Noel que cuelgan de los balcones, que no se sabe si están escalando la casa o más bien intentando no caerse de la fachada. Esas iluminaciones atroces: alces, trineos, estrellitas... y hasta un portal de Belén completito, con buey y asno y todo, aunque ahora parece que hay que ir quitándolos de en medio. Me estoy volviendo una vieja insoportable y renegona, ya lo sé. Hablando de ser vieja. En un mes cumpliré mis cuarenta. Todavía no he pensado qué voy a regalarme. La verdad es que tal y como están las cosas me conformo con poder pagar la hipoteca. En todo caso, llegar a los cuarenta se me antoja todo un logro, teniendo en cuenta mi salud física y mental. No sé cómo he aguantado tanto. Ni idea de cuánto más aguantaré.

¿He dicho ya lo rico que está este gin tonic? Temo que mi escritura se resienta con ello, no sé si esto me está sentando bien. Llevo más de media hora aquí, escribiendo sandeces sin sentido y tratando de anticipar cómo será mi 2.013. Del 2.012 paso de hacer balance, no me cuadrarían los números.

Dicen que hay que comenzar el año con algo rojo. Otra sandez más de las muchas que se dicen en estas fechas. Creo que lo escuché en la radio, o me lo dijo alguien. Ahora mismo llevo puesto un pijama de rayas azules y blancas. La niña del pijama a rayas. Esa soy yo. No vivo en una prisión. ¿O quizá sí? Todos vivimos en alguna. Tengo amigas que viven presas de matrimonios infelices y tristes, vacíos. Esa es una prisión muy triste. Los hijos hacen que las cadenas parezcan menos dolorosas, pero los grilletes van dejando su marca poco a poco. Yo no vivo en esa clase de prisión, pero eso no significa que sea una persona completamente libre. Nadie lo es. 

Creo que voy a acabarme el gin tonic y voy a intentar dormir un poco. Mañana voy a levantarme temprano y voy a invitar a mi novio a desayunar. Sí señor, eso es lo que voy a hacer. Bueno, si le apetece.


8 comentarios:

chema dijo...

shirat, me alegro de que actualices tu blog. y eso no es un tópico, es la verdad. es una entrada escrita con el corazón.
estoy de acuerdo en que las campanadas son poco interesantes. en la 1 las presentaron imanol arias y anne igarteburu. él, que era el que más hablaba, estuvo insoportable de tanto tópico y tanto sermón barato.
y tener que llamar por teléfono a los familiares para felicitarles las fiestas... en el momento en que algo se convierte en una obligación, se te quitan las ganas que hacerlo.
un abrazo, ya nos contarás cómo ha sido el día de hoy.

Candela. dijo...

Anoche casi nos quedamos en la calle a las 11. Aqui tienen la maldita costumbre de cerrar las puertas de los pubs a cierta hora en nochevieja. Se nos hizo tarde y salimos de casa a las 10, el pub al que queriamos ir tenia las puertas cerradas (y los clientes habituales dentro). Esto lo puedo comprender hace unos años, cuando los sitios se empetaban y los bares no querian clientes indeseables. Ahora, que se quejan de como la crisi ha hecho mella en el sector, me parece ridiculo. Acabamos en South, el pub que sale en las Cenizas de Angela. Y a las 11 cerraron. Nos dio tiempo a ver las campanadas españolas en el iphone. Sosas. Ya no hay fuegos artificiales. Que pobreza. Afortunadamente encontramos un pub abierto cerca (Wolf Tone) y alli vimos las campanadas en londren a traves del iphone tambien, porque en la tele tenian pusto RTE, con el concierto en vivo de Imelda May en Dublin, delante del Trinity College y las campanadas allí. Imenda cantó esa triste canción que comento en mi blog y yo me escapé a hacer un pis. Tampoco hubo fuegos en Dublin. Aqui, en realidad, no hay tradicion de fuegos artificales. Pero los de Londres fueron maravillosos, como siempre. Gracias a diso por el iphone!
No vuelvas a dejar el blog. Amenazo con perseguirte!

Shirat dijo...

¡Feliz año, chicos!

Anoche me acosté mareada y con el propósito de desayunar con mi chico. Hoy me he levantado cansadísima y con necesidad de un café. En fin. Ha sido un buen café, en todo caso.

Chema, lo de los programas de la tele es demencial, y lo de las campanadas es de una pereza totallll.

Candela, leí ayer (en mitad de mi delirio) tu post sobre la canción. Es una peli que me encanta, pero la canción no la recordaba en absoluto. Por cierto, muy bonita tu nueva plantilla.

Lo de los pubs me parece increíble, pero ya se sabe que aquí somos distintos. Ayer cuando llegué a casa mi calle parecía el centro de la ciudad a las doce del mediodía. Todo hasta arriba de gente, las aceras a rebosar, los bares de bote en bote y todo el mundo medio desnudo ¡y vaya frío hacía!

Geno dijo...

Espero que ya que empiezas el año actualizando el blog, no pierdas la costumbre, jejeje. y no te preocupes que un gintonic al año (o tres o cuatro) no hace daño. en todo caso ¡¡feliz 2013!!

Mercedes dijo...

Qué alegrón ver que habías actualizado el blog. Espero que no de lo dejes, no ahora que con mi reposo os necesito más que nunca. Feliz año, que sea genial de verdad. Un abrazo.

Shirat dijo...

¡Feliz año, Geno y Merchi!
A ver si me voy pasando por todos los blogs, que estoy perdidísima. Merchi, hablas de reposo. No sé si tienes una enfermedad grave, o te has roto una pierna o estás embarazada. ¿Todo bien? Me paso por los blogs ya, que no me entero de nada.

Cloti Montes dijo...

Ya casi parece tarde para felicitar el año pero hasta ahora no he me he dado la vuelta por los blogs amigos que publicaron en Navidad, así que feliz 2013.
Yo pasé la Nochevieja en familia, macrofiesta con mis padres, mi hermano y cuñada, mis hermanas y cuñados mis sobrinos y sobrinas y mi marido y mis hijos, 18, lo pasamos genial porque la casa de mis padres es muy grande y podemos hacer varias minifiestas a la vez, los bailones por un lado, los fumadores por otro, los niños, los del café y la infusión, los de los mojitos y gintocnics....lo mejor es ir cambiando de grupo, claro.
Bsssssssss
Cloti

Shirat dijo...

Cloti, feliz año también para ti. Me alegro de que disfrutaras de la nochevieja, esas macrofiestas me recuerdan a las que hacíamos en casa de mis abuelos. La verdad es que se pasa genial, yo guardo muy buenos recuerdos.

 
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