sábado, 18 de diciembre de 2010

Sexo en Nueva York 2


Al final tenía que verla, era inevitable. Como fan de la serie, tarde o temprano he acabado viendo las películas. Ambas me han decepcionado, pero la segunda es todavía peor que la primera. A pesar de eso tiene momentos divertidos y hasta memorables, pero está muy lejos del espíritu de la serie. Las cuatro amigas se han convertido en unas marujonas y sólo Samantha Jones consigue alegrar la función en momentos puntuales y a costa de ser una caricatura de sí misma. Una pena. Paso revista.



Carrie Bradshaw. Lleva dos años casada y está a punto de publicar otro libro. Su vida matrimonial va bien, pero Big y ella tienen muy claro que no tendrán niños porque no es lo suyo y surge el fantasma de la rutina: el miedo a convertirse en uno de esos matrimonios aburridos que se dedica a ver viejas películas y ya no sale por ahí a divertirse o a hacer nada. Creo que se le podría haber sacado mucho partido, y los guionistas no profundizan en absoluto en ello y lo tratan de manera muy superficial y previsible. Ella se encuentra con un antiguo novio y surge la ocasión-tentación. Esto la obliga a reflexionar sobre el presente y el futuro de su matrimonio. Qué hacer cuando surge la rutina en una relación es un tema interesante y totalmente real, pero desgraciadamente los guionistas están demasiado preocupados por mostrarnos los zapatos de Carrie como para centrarse en lo que de verdad hizo famosa a esta chica y su serie: la dificultad de las relaciones de pareja.



Miranda Hobbes. Mi personaje favorito. Su historia en esta película es la más jugosa de todas. Miranda se ha convertido en la típica superwoman, una de tantas mujeres que son madres de familia y además tienen un trabajo de responsabilidad. Miranda es socia de un importante bufete de abogados, pero su trabajo la absorbe hasta el punto de no poder atender debidamente a su hijo. Es su marido quien siempre acude a las funciones escolares, y el niño ha asumido que las cosas son así y que no puede pedirle nada a su madre. Es una mujer fuerte y con carácter, ambiciosa y con un estilo de vida planificado que la obliga a superarse a sí misma constantemente. Como madre, esposa y abogada. Aparte de ser elegante, claro. Todos conocemos a mujeres de este tipo. No han querido renunciar a la maternidad pero al mismo tiempo desean tener una profesión que les permita ser independientes porque no quieren ser como sus madres y abuelas. El detonante será que una vez más Miranda no puede acudir a una función escolar, y pocos minutos después de decirle a su hijo que no podrá asistir la vemos en una reunión de abogados en la que es la única mujer y nadie parece apreciar su trabajo ni su voz. La humillan y le roban un caso que ella misma había preparado y presentado. Ante eso tendrá que plantearse si su vida es realmente como ella deseaba y si de verdad tiene lo que quiere o lo que merece. Creo que muchas mujeres se sienten así todos los días, y la presión para ellas es enorme. Si tienes un trabajo de responsabilidad, uno de esos puestos "de hombres", resulta que te sientes fracasada como madre o amante, pero si te dedicas a la vida familiar te sientes fracasada profesionalmente. Desgraciadamente el problema se resuelve en diez minutos de película. Creo que merecía más atención y reflexión. Los guionistas han perdido otra buena oportunidad.




Charlotte York. Su historia es muy floja. Sigue siendo la niña pija de Park Avenue que se ahoga en un vaso de agua. Ejemplo: tiene dos niñas y cuando una de ellas le estropea su falda vintage de Valentino se echa a llorar porque ya no puede más con las diabluras de las niñas, así que se encierra en la alacena a llorar como una estúpida. En fin. Es Charlotte. Qué más puede decirse. Bueno, sí. Puede decirse que la falda se ensucia por su culpa, porque se la había puesto para trajinar en la cocina. Algo así sólo podría ocurrírsele a una cabecita llena de pájaros como Charlotte. Ni siquiera Carrie es tan pijotera como para cocinar vestida de Valentino y luego llorar encerrada en la alacena. Lo único potable de su historia es la niñera, una irlandesa que da bastante juego.



Samantha Jones. Lo mejor de la función. No tiene historia. Simplemente es Samantha. A los 52 años sigue siendo ella misma. Llama a las cosas por su nombre y sabe que es una mujer influyente que ha trabajado muy duro por llegar a donde está, así que no se anda con tonterías y dice lo que piensa. Sus chistes sobre la menopausia son de lo mejorcito de la película, pero en algún momento se pasan un poco. Samantha siempre ha sido la devoradora de hombres, pero hay momentos en los que parece una caricatura de sí misma. De todas formas, tiene momentos muy divertidos y frases antológicas.

La verdad es que esta película ha hecho que la primera parezca buena, pero yo sigo pensando que hagan lo que hagan, la serie era insuperable.

Resumiendo: los guionistas han perdido la oportunidad de contarnos qué fue de aquellas chicas treintañeras que buscaban amor, pasión o simplemente sexo. Se conforman con darnos algunos datos de sus vidas actuales y luego facturarlas en un avión a Abu Dhabi para rodearlas de lujo, modelitos sorprendentes y situaciones sonrojantes por lo ridículas que resultan. Se ha dado más importancia al estilismo que a las vivencias de estas cuatro mujeres que han sido un modelo para muchas otras. No porque pretendamos vestirnos como ellas o tener sus zapatos (aunque tampoco nos importaría...) sino porque durante seis temporadas nos contaron cómo veían a los hombres y cómo era el sexo con ellos. Sin tabúes, sin miedo y con muchísimo humor. Esta serie fue una bocanada de aire fresco en muchos sentidos, pero con el tiempo ha acabado convirtiéndose en un escaparate de firmas de moda. Una pena, porque era mucho más que eso.
Miedo me da ese proyecto con Miley Cirus (que hace un cameo en la película) sobre la adolescencia de Carrie. Una precuela que a simple vista ya me está dando urticaria., pero que inevitablemente acabaré viendo.

4 comentarios:

Geno dijo...

A mi las peliculas me parecieron ambas como un capitulo de la serie pero largo... y ahí es donde falla. Creo que sus historias están pensadas para los episodios de más o menos media hora (aunque alguna trama se alargue en varios capitulos)e intentar hacer de ello un largometraje... como que no. En esta segunda en mi opinión le dan demasiada importancia al viajecito por encima de lo que verdaderamente nos gustaría saber a l@s fans que es, como dice, profundizar un poco más en la vida de las protagonistas.
Sí, lo de la falda de Charlotte es culpa suya ¡a quien se le ocurre!
Samantha está genial y Aidan, el ex de Carrie... hmmm, estupendo, jajajajaja

Cloti Montes dijo...

Y requeteresumiendo, DEBERÍAN haber continuado varias temporadas más con la serie, así habríamos seguido viendo zapatos y disfrutando de la complejidad de las relaciones.
Bsssssss
Cloti

Candela dijo...

Sabes que esta serie no me gusta nada de nada, asi que las peliculas no las voy a ver en la vida...

Shirat dijo...

Geno, totalmente de acuerdo contigo. Las historias dan para media horita aunque luego haya una continuidad durante toda la temporada. Las pelis están bien pensadas pero son excesivamente largas y tienen demasiados minutos de relleno totalmente prescindibles.

Cloti, desde luego que tendrían que haber hecho más temporadas, aunque la sexta cerraba muy bien la serie y todos nos quedamos contentos.

Candela, ya sé que no te gusta nada. Si no te va la serie, las películas menos todavía.

 
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